
Resumen: La mano que me sostiene | Parte 1 En la debilidad.
La milla extra 8-8-25
Resumen de la milla extra viernes 8 de agosto del 2025
Tema: La mano que me sostiene (En la debilidad)
En el programa de hoy, hablamos de un tema muy importante: “La mano que me sostiene”, y nos enfocamos en cómo esa mano nos ayuda en nuestros momentos de debilidad.
Definimos esta debilidad como algo que todos vivimos. Como dijimos, esto incluye la enfermedad, los problemas con el dinero, los líos en la familia y esas emociones que a veces nos descontrolan. Compartimos que es precisamente en esos momentos que el enemigo aprovecha para hacernos sentir solos. Pero la base para enfrentar todo esto, como dijimos, está en Isaías 41:13, que citamos como el texto principal: “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: No temas, yo te ayudo”.
A partir de esta promesa, compartimos estos puntos:
1. Su mano es más fuerte que la debilidad
Mencionamos que Dios no espera que nosotros seamos fuertes por nuestra cuenta. Él entra en acción justo cuando estamos cansados. Para esto, leímos Isaías 40:29:“Él da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas”. Después de leer esto, compartimos que Dios no hace equipo con los que se creen “doña toda” o los que piensan que todo lo saben. No, Él busca a los que reconocen “estoy cansado, ya no puedo más”.
Luego, profundizamos con 2 Corintios 12:9, donde el apóstol Pablo nos cuenta lo que Dios le dijo: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por eso dijimos que, aunque suene raro, debemos gloriarnos en nuestras debilidades, porque es ahí donde el poder de Cristo de verdad se manifiesta en nosotros.
Para que esto quedara más claro, hablamos del profeta Elías. Compartimos cómo, en su momento de debilidad, llegó a desear la muerte, como se lee en 1 Reyes 19:4:“Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”. Pero, como dijimos, Dios no lo dejó ahí tirado. En lugar de eso, como leímos en los versículos 7 y 8, un ángel lo tocó y le dijo: “Levántate y come, porque largo camino te resta”. Dios le dio la fuerza para seguir su camino de 40 días y 40 noches.
2. Su mano me levanta cuando estoy por caer
Dejamos muy claro que caerse, fallar o rendirse no es el final. En el Salmo 37:23-24, la palabra nos asegura: “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre… Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano”. Se destacó que la clave aquí es que nuestros pasos son “ordenados” por Jehová. Y dijimos que eso se conecta con el Salmo 119:1, que dice que los “perfectos de camino” son los que andan en la ley de Jehová. No se trata de no cometer errores, sino de caminar en Su dirección.
Aunque nos sintamos en la oscuridad, hablamos de declarar con fe lo que dice Miqueas 7:8:“… aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz”. Y la solución, como dijimos, es simple, como la de Pedro cuando se estaba hundiendo: clamar “¡Señor, sálvame!”, como lo hizo en Mateo 14:30-31. En ese momento, Jesús extendió su mano y lo sostuvo.
3. Su mano me asegura que no estoy solo
Hablamos sobre cómo el enemigo nos quiere hacer creer que estamos solos, especialmente en situaciones difíciles como cuando un cónyuge abandona el hogar o cuando no tenemos ni papá ni mamá que nos apoyen. Pero la palabra de Dios nos da una promesa firme en Deuteronomio 31:8:“Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides”. Compartimos que este versículo es una herramienta poderosa para responderle al enemigo cuando nos ataca con la mentira de que estamos solos.
También citamos el Salmo 139:10, que nos da una seguridad increíble: “Aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra”. No importa cuán lejos o perdidos nos sintamos, su mano siempre está ahí para guiarnos.
Finalmente, compartimos la gran promesa de Jesús en Mateo 28:20, pero hicimos énfasis en la condición que Él mismo puso:“… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
Por eso concluimos que, para sentir de verdad esa compañía, necesitamos guardar su palabra. Ella es la base que nos da la seguridad de que no estamos solos y de que su mano siempre nos sostendrá.
Video completo en nuestras redes
Video de FrontiersradioResumen del programa.
Posted by Frontiersradio
Funciona gracias a WordPress