No detengan la obra del Espiritu. Pastor Randall Gamboa

 No apaguéis al Espíritu

1 Tesalonicenses 5:19.

Cuando el apóstol Pablo escribe a los hermanos de Tesalónica, lo hace desde un corazón puro y lleno de cuidado pastoral. Pablo les dice que se acuerda de ellos en oración (1:2), y que anhela verlos de nuevo (2:17). 
Pero la carta además de saludarlos, y animarlos en la fe, contiene una serie de consejos en el marco de la exhortación que nosotros hoy como iglesia y pueblo de Dios debemos observar con buen ojo.
El 5:19 dice: no apaguéis el Espíritu. otras versiones dicen: no apaguéis la obra del Espíritu Santo, y otras dicen: No detengáis la obra del Espíritu de Dios.
Cualquier versión que usted desee ver o leer, no necesita ni mucha interpretación, ni mucho análisis, excepto que el que deberíamos hacer de nuestra vida espiritual. 
Supongamos  que el consejo de Pablo era en la fe colectiva, entonces la iglesia de tesalónica debía luchar por mantener su fe común con alegría y gozo, como decía algunos textos atrás y no dejar que la obra del Espíritu Santo viniera de más a menos por la actitud de la iglesia.
Pero también supongamos que el consejo de Pablo era para la fe personal, entonces cada creyente de tesalónica debía revisar su vida espiritual para que el Espíritu de Dios que mora en el fuera de menos a más en cuanto a la relación con el Señor.
¿Qué nos deja ver este pasaje de tesalónica? ¿Será que se puede apagar el espíritu de Dios en un cristiano?  claro que si, sino para que serviría el consejo. ¿El cristiano tiene la responsabilidad de mantener el fuego de Dios en su vida? Claro que si, sino para que Pablo les exhortaría. 
Cada creyente alrededor del mundo debe entender dos cosas importantes.
               1. Si es cristiano de verdad, el debe ser un instrumento de Dios para mantener viva la obra del Espíritu Santo en medio de su comunidad de fe, con amabilidad, diligencia, servicio, amor, mostrándose fiel para con todos.
              2. Si es cristiano de verdad, el debe saber que su fe también es un asunto personal, de búsqueda de Dios, de oración, de llenarse de su palabra, y debe echarle cada día un poco de leña a aquel fuego que se prendió el día que cayó rendido delante de Dios.
Hermanos amados, no apaguemos el Espíritu Santo de Dios. 
Yo se que el día que le conocimos El nos dio su Espíritu como un sello y una marca de que le pertenecemos (de eso no hay duda), pero cada día que pasa en nosotros debe haber un anhelo de buscar su presencia para ser llenos del Espíritu de Dios, como también Jesús lo enseñó con la parábola de las 10 vírgenes en donde 5 carecían de aceite.
Pastor Randall Gamboa.

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